La palabra espíritu, en español, tiene la misma raíz etimológica que el aliento, lo respirable. Pero su verdadero origen está en una traducción del hebreo de la palabra neshamá, a la vez espíritu, alma, aliento, respiración. Y de ese mismo tronco común arranca la historia de la música de los klezmer: los sonidos espirituales de los judíos de Europa Oriental.
Una música popular e improvisada en los momentos de fiestas de las comunidades judías del Este de Europa, como las bodas. De hecho, existe un refrán de la Europa del Este que dice que "una boda sin klezmer es peor que un funeral sin lágrimas".
El paso del tiempo ha provocado una revolución en los sonidos klezmer, de la mano de grupos de jóvenes que han recuperado la raíz de la música judía del pasado para adaptarla a la modernidad musical. Gente consolidada como Frank London y Klezmatics o jóvenes promesas como Oi Va Voi, Melech Mechaya, Zydepunks, Dúmbala Canalla o La Mano Ajena.
El paso del tiempo ha provocado una revolución en los sonidos klezmer, de la mano de grupos de jóvenes que han recuperado la raíz de la música judía del pasado para adaptarla a la modernidad musical. Gente consolidada como Frank London y Klezmatics o jóvenes promesas como Oi Va Voi, Melech Mechaya, Zydepunks, Dúmbala Canalla o La Mano Ajena.
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